Decir Populart es decir música en directo y con entrada libre. No es poco con los tiempos que corren: música y gratis. Debo reconocer que soy un visitante asiduo de la mencionada sala. Esta zona de la ciudad, en pleno corazón de Madrid, alberga otro tesoro como el Café Central. Ambos, Populart y Central, son pequeños templos del jazz en directo. Tienen el encanto de los locales pequeños, es decir, la complicidad entre los músicos y el público; complicidad que a veces se torna fantástica y se producen momentos mágicos y geniales.
Y fantástica se torno la noche del pasado 10 de diciembre en el Populart. En su escenario se encontraba la Larry Martín Band, un grupo de larga historia en la escena madrileña, y con ella un músico de grato recuerdo para la afición al jazz de Badajoz: el guitarrista Enrique García. Con él, con su música, con su forma de tocar la guitarra y con su imagen (fue el objetivo principal de mis fotografías) pasé un rato realmente fantástico.
Si la jornada acababa con jazz (como no podía ser de otra forma), la jornada había comenzado con visita a varias exposiciones de fotografía.
La primera: en la sala Canal de Isabel II con una exposición sobre el trabajo de Guy Bourdin, “Guy Bourdin a message for you”, que muestra 75 copias en color que aparecieron en la revista Vogue edición francesa. Era la forma de comenzar una mañana dedicada a la imagen; un ensayo de la explosión que a continuación me aguardaba.
La segunda: “Vanity Fair 100 years: Masters of Photography” en la sala Ivorypress Art + Books Space I. Magnifica exposición, un placer recorrer y admirar obras de, entre otros, Man Ray, Irving Penn, Helmut Newton o Annie Leibovitz. Para el recuerdo un inmenso retrato de Robert Mitchum por Leibovitz o el de Sigourney Weaver por Newton.
La tercera y última:”Horacio Coppola: los viajes” en la sala Picasso del Circulo de Bellas Artes. Un argentino, ciudadano del mundo (por sus viajes y su extensa vida), que a través de su cámara esta empeñado en mostramos todo lo que sus ojos han visto (¡qué no es poco!). Me confieso un admirador de Coppola: todavía recuerdo con gran placer la exposición en la sala de la Fundación Telefónica de Gran Vía.
Y de esta manera, con jazz y fotos, pasé una jornada en esa bella e inmensa ciudad llamada Madrid.