viernes, 13 de diciembre de 2024
Ignasi Terraza y Antonio Serrano en Jazz en Montesinos
domingo, 1 de diciembre de 2024
Sobre la fotografía – Una jornada en Lisboa en cuatro actos y una despedida
Primer acto – De Badajoz a Lisboa
Badajoz ha comenzado a despertar, son las primeras horas de
un sábado y sus calles transmiten tranquilidad y sosiego. Algunos viandantes,
como el que esto narra, se dirigen a la puerta del MEIAC, el Museo Extremeño e
Iberoamericano de Arte Contemporáneo, con la idea de comenzar una sugerente
visita a la querida y maltratada Lisboa.
Nos espera una larga e intensa jornada que comenzará con un
viaje en autobús para un grupo de diecinueve personas que viajan ávidas de
fotografía.
Hace fresco y el sueño invita a parapetarse en la
somnolencia de los kilómetros que nos separan de Lisboa. El autobús se dirige a
su destino en un silencio que solo se alterará con una parada técnica para el
desayuno o con el avistamiento de un escenario brumoso de fondo, donde la
capital portuguesa nos espera con sus barrios de aires bohemios y sus rincones
detenidos en el tiempo.
Segundo acto – El taller de Luis Pavão
Nuestro protagonista, un hombre del Renacimiento llamado Luis Pavão, vive y trabaja muy cerca del hermoso Parque Campo Mártires da Patria, un lugar curioso por tener preciosos gallos en libertad paseando con las gallinas y su prole, junto a gansos, pavos o palomas por su cuidado jardín.
Unas pocas calles más abajo se encuentra el templo, el
taller, de Luis Pavão: nuestro primer objetivo de la jornada.
Pavão destila sensibilidad por arrobas, pero también
modestia, empatía con los que le visitamos; hay un auténtico entendimiento del
guion que debemos desarrollar sin grandes discursos, sin alharacas, sin
vanidad, ….
Nos enseña con mimo y fruición su mundo, su casa taller; y
lo hace utilizando todo eso que seguro ha experimentado para seguir explorando
el mundo de la fotografía, con la curiosidad de un niño de pocos años, el mundo
que le rodea.
Y en aquel santa sanctórum de la fotografía, Luis Pavão, nos
cuenta su modo de entender la fotografía, de cómo durante años con su cámara
se encargó de capturar la Lisboa “no oficial”, aquella que estaba fuera del
cuadro de las inauguraciones y de la idea de progreso vendida por el poder. A
modo de un “diario visual”, de un trabajo que poseía la espontaneidad de lo
íntimo, Pavão fue sacando instantáneas de aquella realidad que le salía al paso,
con una capacidad y talento especiales para encontrar en lo cotidiano aquello
que atravesaba el corazón del receptor al ver una imagen.
Y así, entre charlas y aparataje fotográfico, además de entre
libros y discos de jazz, con la presencia de su amable y deliciosa pareja que
nos ofrece pastéis de nata y un delicioso vino de Oporto, transcurre la
intensa mañana.
El taller de Luis Pavão es la prueba y el documento de un
intenso trabajo que deja constancia de todo aquello que está detrás de una obra
que legará nuestro protagonista: un mundo creativo en torno a su primera
pasión, la fotografía, un universo ecléctico en el que caben todas sus
vivencias, desde el relato de pobreza y frío de su Lisboa vivencial hasta su
pasión final por las fotografías intervenidas por su mano o la recuperación de viejas
técnicas de la fotografía; todo lo que ha poblado sus afectos, su vida más
íntima, su familia.
Tercer acto – Libros y más fotografías
Y, claro, los libros y más fotografías no podían faltar
después de aquel atracón visual en el templo de Luis Pavão.
Para ello nos dirigimos, en primer lugar, al Archivo
Municipal de Lisboa para sumergirnos en la 14ª edición de la Feria del Libro de
Fotografía de Lisboa, donde se presenta un mercado de foto libros, con la
presencia de editores y libreros que ponen a la venta tanto rarezas como las
últimas novedades editoriales en el campo de la fotografía, dando a conocer al
público su potencial, como futuros foto libros; un espacio para autores y
pequeñas editoriales, y presentaciones de proyectos fotográficos de autor.
Comida frugal y veloz……………………. ¡No olvidemos que venimos obsequiados
con natas y oporto!
Autobús y al MAAT, Museu de Arte, Arquitetura e Tecnologia,
a disfrutar de la exposición de William Klein titulada “O Mundo Inteiro é um
Palco”. La exposición es hermosa y
extensa, la retrospectiva más completa del célebre fotógrafo que he podido
conocer hasta la fecha.
Cuarto acto – De Lisboa a Badajoz
El regreso es muy distinto a la ida; el día ha sido largo y
bien aprovechado, pero la gente viene con ganas de hablar y trasladar a su
compañero de asiento lo bien que ha resultado la experiencia.
El autobús avanza entre decenas de vehículos que intentan
salir de una ciudad invadida de personas y coches; una ciudad hermosa que, con
esta intensidad de visitas, puede comenzar a perder parte de esa hermosura que
la han convertido en una de las capitales europeas más hermosas.
Despedida
Es de bien nacido ser agradecido; por ello, ahí van los
agradecimientos que son más que merecidos: a Catalina Pulido y Lucía Castillo por
la organización desde el MEIAC y a Laura Covarsí por ser nuestra conexión y
traductora del buen hacer y maestría de Luis Pavão. ¡Gracias a todas ellas!