sábado, 8 de febrero de 2025

Lola Santiago Quartet - Jazz en Montesinos

Poco antes del concierto le comentaba a Javier del Barco mi costumbre de guardar recuerdos de cada uno de los conciertos a los que asisto: fotografías o pequeños textos, según el día o la ocasión. A lo que me respondía que ellos podrían ser la fuente para alguna futura publicación; pudiera ser, le contesté.

Y a ello vamos con esta pequeña delicatesen que nos ha ofrecido el Lola Santiago Quartet en una nueva edición de “Jazz en Montesinos”.

Comenzaré recitando la formación: Lola Santiago (voz), Javier del Barco (batería), Enrique Tejado (contrabajo) y Miguel Ángel López (piano); sin olvidar, a la voz en un par de temas de la también pianista Laura Domínguez.

Para definir a una cantante tan singular como Lola Santiago, la cantante de la eterna sonrisa, diría que nos enfrentamos (mejor, que nos encontramos) con una voz cálida, muy hermosa, rasposa por momentos que se hace muy agradable al oído del público. Una cantante que tiene muy trabajado y aprendido un repertorio donde recupera canciones con arreglos contemporáneos y muy jazzísticos, que respetan siempre la esencia popular del autor de la obra. Canciones que nos hablan de la vida, de la muerte, del amor o de la belleza.

Además, con gran acierto, Lola Santiago se ha rodeado de un magnífico y muy rodado trio; un trío que sabe extraer y mostrar las virtudes de una voz tan singular como la de nuestra vocalista de hoy.

Javier del Barco, hombre polifacético, es un músico que trabaja su instrumento, la batería, desde hace ya muchos años; y que lo hace con maestría, profesionalidad y, sobre todo, con mucho cariño y conocimiento del instrumento al que extrae cantidad de aspectos sonoros que enriquecen en todo momento a la formación. Siempre que lo escucho pienso que escribe poesía sobre los tambores y platillos; por qué será, me pregunto.

Enrique Tejado, músico y profesor en plena madurez, es una lección constante de equilibrio dentro de la sección rítmica y una delicia para los sentidos, en especial para el oído. Un hombre para el que la música es un estilo de vida, que ha crecido con ella, ayudándolo a crecer como músico y como ser humano.

Y acabo con el descubrimiento de la noche (¡ojo!, descubrimiento para mí): Miguel Ángel López. Soberbio esta noche al piano. Músico, director de Big band, profesor de composición y armonía en Musikene y no sé cuántas cosas más. Insisto, esta noche soberbio; perfectamente acoplado con contrabajo y batería y siempre al rescate del cuarteto.

Y no me olvido de Laura Domínguez a la voz; una voz que susurra y acompaña a la protagonista de la noche; y que lo hace, como decía más arriba, para regalarnos canciones que nos hablan de la vida, de la muerte, del amor o de la belleza.

Insisto en lo comentado al principio de este texto: “son solo eso, notas para el recuerdo”.

¡Hasta la próxima!

domingo, 26 de enero de 2025

“¡Lo tengo en vinilo!” de Oscar Avendaño

Diego R. J. hojea el libro ¡Lo tengo en vinilo!

Llego a casa, vengo desaforado y nervioso. Subo inmediatamente a la buhardilla a comprobar que están allí; que no se han movido, que reposan, guardan y custodian toda una vida (o parte de ella) dedicada a vivir cerca de la música. Son, para aclararlo, cerca tres mil vinilos (quizás lo superen) que he ido atesorando desde que era joven o muy joven.

Me explicaré, ya que esta forma de comenzar un texto, no cabe duda, no es la más correcta ni académica.

Vengo de la presentación del libro “¡Lo tengo en vinilo!” de Oscar Avendaño; una actividad compartida por el Club de Conciertos Badajoz y Fundación CB, parida de una mente inquieta y singular como la de José María Morales, presidente y socio número uno del referido Club.

Ya más tranquilo, frente al ordenador, y en una habitación donde se guardan y custodian cerca de cuatro mil discos compactos (quizás más) y cientos de carpetas digitales (no me atrevo a poner número), comienzo a fantasear y recordar con el telón de fondo de la presentación vivida y disfrutada.

Comenzaré por afirmar que el libro “¡Lo tengo en vinilo!” es sobre todo la obra de un fan de la música, un ejercicio de recuerdos vividos que tienen como banda sonora los temas que propone nuestro protagonista, Oscar Avendaño.

Un Oscar Avendaño que, junto a Diego R. J. (si, el legendario locutor de Radio 3 y el Sótano) y Fernando M. Monzú (un varón de pelo ya no tan negro, con una estatura superior a la media, que se dedica a escribir), desgranará todas las historias que ha vivido a la caza del vinilo que buscaba, los lugares en los que finalmente reposaban esos vinilos o historias intestinas y secretas que pasaron en torno a esta locura llamada la del coleccionista de discos.

Y eso ha puesto en marcha mi máquina de la memoria. Una máquina que comienza con un intento infructuoso de saber cuál fue mi primer vinilo en esa extensa y vasta colección; un primer vinilo que, con gran seguridad, pertenecería a los discos de mi hermano (mayor y único hermano).

Pero claro, si eso es como ahora lo recuerdo, mi colección comenzaría a crecer de manera alocada (pero con criterio) en un afán de escuchar y atesorar todo lo que en cada momento recibía el visto bueno de mi voracidad musical.

¡Qué recuerdos!, ¡qué momentos los vividos buceando en las cajas de vinilos!; minutos que se alargaban hasta horas, donde una, dos o tres piezas eran el botín conseguido que pasaría, primero, a machacar la aguja del tocadiscos y después a un lugar preferente en algún anaquel de la discoteca.

Llegabas desbocado, nervioso por los cuatro costados, entrabas en aquellos templos, reducidos en espacio y amplios en material discográfico, y comenzaba aquella maravillosa y ya imposible historia de buscar entre los cajones de los discos a la búsqueda de aquel deseado LP que posteriormente desgastarías, por la cara a y la b, para después embolsar cual inalcanzable tesoro que pasaría a formar parte de la isla perdida de tu habitación familiar.

Los lugares: principalmente Badajoz, pero también Madrid o cualquier ciudad que se cruzase en mi camino. Sin olvidar las compras por correo en España o Estados Unidos (¡un sinvivir entre el pedido y la recepción del mismo!).

Aquellas maravillosas “Ítaca Discos” o “Ciclos”, en Badajoz, donde, a través de la maestría de sus gestores y propietarios -Antonio o Carlos-, se nos permitía tener un lugar donde peregrinar a buscar y escuchar nuestros discos de aquellos músicos que colmaban nuestro ansía de libertad: John Coltrane, Miles Davis, Return to Forever, Mahavishnu Orchestra, Frank Zappa o Tete Montoliu.

También, en Badajoz: Galerías Preciados o El Corte Inglés, y en Madrid: Discoplay, M.F. Discos, La Metralleta o Discos Melocotón permitían el crecimiento de la discoteca.

Y aquí estamos, escribiendo pero también asegurando que muchos de los discos que pasaron por la referida charla (la que da origen a estas atropelladas líneas) o por la memoria del que esto escribe “los tengo en vinilo”.

viernes, 24 de enero de 2025

Late to the Party - The Fried Seven


Por mediación de Carlos Ayuso (al cual expreso mi agradecimiento), llega a mi poder un cd divertido, vitalista y muy bien elaborado. Su título, “Late to the Party”, y la formación bajo la que graban, The Fried Seven, anticipan de qué va la historia: jazz de los años 20 del siglo XX.

En aquellos años la palabra “jazz” estaba comenzando a familiarizarse con el gran público y era etiqueta de cualquier orquesta que incorporara percusión o que hiciera un poco más ruido de lo establecido como normal. Años en los que muchos de los músicos de Nueva Orleans emigraban a ciudades como Chicago y Nueva York, popularizando el jazz.

Después, tras estas formas primigenias de entender el jazz en los Estados Unidos, vendría su rica y vertiginosa evolución: dixieland, swing, bebop, cool, hard bop, free jazz…. lo que daría paso a lo que hoy podemos escuchar por cualquier zona de nuestro planeta.

Y aquí tenemos un ejemplo de globalización, una banda multicultural y multinacional realizando dixieland y swing en pleno siglo XXI. Una banda, The Fried Seven, en la que destacan dos viejos conocidos para el que esto escribe: Carlos Ayuso y Pablo Castillo.

De ellos he comentado cosas como:

· Pablo Castillo, trompetista enorme y magnifico, dotado de un fraseo lírico dentro de un estilo musical duro como es el hard bop, encabezó su propia manera de entender la historia del jazz: una forma de ver en ella algo sobre lo que incidir, algo vivo con lo que dialogar o discutir, modificar y recoger para lanzar hacia el futuro con decisión.

· Carlos Ayuso, extremeño afincado en los Países Bajos, ha vuelto por su ciudad, Badajoz, para presentar su primera aventura como líder y compositor. Un proyecto que según el mismo manifiesta “atrapa al público con su energía contagiosa traspasando los límites del jazz sin dejar de ser fiel a sus raíces”.

Reconozco que lo que en el cd puede escucharse no es mi estilo jazzístico preferido (¡aunque le doy a todos los palos!); pero puedo asegurar en relación con la grabación: que nos encontramos ante un conjunto de temas que enriquecen la escena musical europea actual con sus electrizantes interpretaciones, donde juega un papel clave la rica herencia del jazz a través de los instrumentos e intérpretes de los mismos que nos aseguran un conocimiento muy importante de la historia de esta vieja y maravillosa música que es el jazz.

Carlos, enhorabuena por este nuevo paso en tu apasionante vida con el jazz.

domingo, 5 de enero de 2025

Ire Lenes - Archipiélagos

El frio se ha instalado definitivamente por estas tierras; es el momento elegido para disfrutar (como me pedía su autora) de su “Archipiélagos”, una obra dedicada a eso que ahora esta tan de moda: “la negación del contrario”.

Se escribe en el libro que “los archipiélagos se caracterizan por quedar unidos por aquello que los separa, el agua”. Frase que encierra una gran verdad en esta vorágine de “la negación del contrario”.

Ire Lenes, una licenciada en sociología con master en relaciones internacionales que abrazó la fotografía de manera autodidacta en 2013, nos sumerge en un universo que bien podría estar ahí al lado, ya que la moda de negar todo lo que no gobierna nuestras sienes es algo corriente y al cabo de la calle. No hay respeto por las minorías raciales, étnicas o culturales, imperando de forma peligrosa la intolerancia.

La fotógrafa nos pasea por Vilna, capital del país, para ofrecernos una amplia panorámica de las vidas de las minorías étnicas en Lituania, primera república en independizarse la URSS, donde cualquier aspecto que se vincule con lo soviético se mira con recelo.

Y lo hace, entiendo, realizando fotografías sin parar, saliendo con su cámara a observar la vida diaria, superando la timidez de observar y hacer clic al saber que algo hay en esa toma.

Y lo hace, entiendo, fotografiando lo que mira y admira; respetando a cada persona y situación por la que siente curiosidad por su forma de expresarse, de comunicarse o de relacionarse con el entorno. Parece decirnos que “si lo hace es porque lo respeta”, muy al contrario de lo que denuncia el proyecto que nos presenta.

Debo reconocer, reconocerle a Ire, que he disfrutado mucho de “Archipiélagos”, no sé si tanto como ella lo ha hecho en su viaje a Lituania; aunque, me arriesgo a manifestar, su nivel de satisfacción debió de ser muy alto por el resultado de este hermoso proyecto.

Ire Lenes, a riesgo de errar, parece indicarnos que ha llegado el momento de escoger un lado o de permanecer en silencio y ver como los otros se hieren o despedazan sin ningún sentido…………………….

viernes, 13 de diciembre de 2024

Ignasi Terraza y Antonio Serrano en Jazz en Montesinos


Volvía un grande, Ignasi Terraza, a "Jazz en Montesinos"; una muestra que comienza a dar signos de consolidarse como la otra gran marca del jazz pacense. Y en esta ocasión lo hacía a dúo, con otro gran musico como Antonio Serrano. Y lo hacían para ofrecernos un encuentro de “alto copete”: distinguido y de gran altura musical.

Ignasi Terraza (Barcelona, 1962) es un pianista, simbiosis de Oscar Peterson y Ahmad Jamal, con una amplísima discografía que ha paseado su pianismo por medio planeta y acompañado a músicos de la talla de Frank Wess, Lou Donaldson, Benny Golson o Nicholas Payton.

Antonio Serrano (Madrid, 1974) es un armonicista que se mueve a discreción en estilos tan diversos como el jazz, el flamenco, la clásica o el tango. Músico de amplia formación musical que ha colaborado con gente como Chano Domínguez, Jorge Pardo, Carles Benavent, Paco de Lucía, Toots Thielemans, Wynton Marsalis o Paquito de Rivera.

Comentado lo anterior, con ese bagaje vital y musical que presentan, solamente quisiera dejar constancia de lo espectacular de su concierto; un concierto que los llevó por las composiciones de Charlie Parker, Cole Porter, Toots Thielemans o Ignasi Terraza. Composiciones en la que demostraron que son dos voces sensibles, inquietas y virtuosas que llenan sobradamente con sus permanentes diálogos un escenario y una velada dedicada a esta música maravillosa que es el jazz.

¡Larga vida al jazz!

domingo, 1 de diciembre de 2024

Sobre la fotografía – Una jornada en Lisboa en cuatro actos y una despedida


Parafraseando a Susan Sontag, la inabarcable creadora y una de las más influyentes intelectuales de la cultura norteamericana, dejaré registro en estas breves líneas de una maravillosa e inolvidable jornada vivida en Lisboa por, para y sobre la fotografía.

Primer acto – De Badajoz a Lisboa

Badajoz ha comenzado a despertar, son las primeras horas de un sábado y sus calles transmiten tranquilidad y sosiego. Algunos viandantes, como el que esto narra, se dirigen a la puerta del MEIAC, el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, con la idea de comenzar una sugerente visita a la querida y maltratada Lisboa.

Nos espera una larga e intensa jornada que comenzará con un viaje en autobús para un grupo de diecinueve personas que viajan ávidas de fotografía.

Hace fresco y el sueño invita a parapetarse en la somnolencia de los kilómetros que nos separan de Lisboa. El autobús se dirige a su destino en un silencio que solo se alterará con una parada técnica para el desayuno o con el avistamiento de un escenario brumoso de fondo, donde la capital portuguesa nos espera con sus barrios de aires bohemios y sus rincones detenidos en el tiempo.

Segundo acto – El taller de Luis Pavão

Nuestro protagonista, un hombre del Renacimiento llamado Luis Pavão, vive y trabaja muy cerca del hermoso Parque Campo Mártires da Patria, un lugar curioso por tener preciosos gallos en libertad paseando con las gallinas y su prole, junto a gansos, pavos o palomas por su cuidado jardín.

Unas pocas calles más abajo se encuentra el templo, el taller, de Luis Pavão: nuestro primer objetivo de la jornada.

Pavão destila sensibilidad por arrobas, pero también modestia, empatía con los que le visitamos; hay un auténtico entendimiento del guion que debemos desarrollar sin grandes discursos, sin alharacas, sin vanidad, ….

Nos enseña con mimo y fruición su mundo, su casa taller; y lo hace utilizando todo eso que seguro ha experimentado para seguir explorando el mundo de la fotografía, con la curiosidad de un niño de pocos años, el mundo que le rodea.

Y en aquel santa sanctórum de la fotografía, Luis Pavão, nos cuenta su modo de entender la fotografía, de cómo durante años con su cámara se encargó de capturar la Lisboa “no oficial”, aquella que estaba fuera del cuadro de las inauguraciones y de la idea de progreso vendida por el poder. A modo de un “diario visual”, de un trabajo que poseía la espontaneidad de lo íntimo, Pavão fue sacando instantáneas de aquella realidad que le salía al paso, con una capacidad y talento especiales para encontrar en lo cotidiano aquello que atravesaba el corazón del receptor al ver una imagen.

Y así, entre charlas y aparataje fotográfico, además de entre libros y discos de jazz, con la presencia de su amable y deliciosa pareja que nos ofrece pastéis de nata y un delicioso vino de Oporto, transcurre la intensa mañana.

El taller de Luis Pavão es la prueba y el documento de un intenso trabajo que deja constancia de todo aquello que está detrás de una obra que legará nuestro protagonista: un mundo creativo en torno a su primera pasión, la fotografía, un universo ecléctico en el que caben todas sus vivencias, desde el relato de pobreza y frío de su Lisboa vivencial hasta su pasión final por las fotografías intervenidas por su mano o la recuperación de viejas técnicas de la fotografía; todo lo que ha poblado sus afectos, su vida más íntima, su familia.

Tercer acto – Libros y más fotografías

Y, claro, los libros y más fotografías no podían faltar después de aquel atracón visual en el templo de Luis Pavão.

Para ello nos dirigimos, en primer lugar, al Archivo Municipal de Lisboa para sumergirnos en la 14ª edición de la Feria del Libro de Fotografía de Lisboa, donde se presenta un mercado de foto libros, con la presencia de editores y libreros que ponen a la venta tanto rarezas como las últimas novedades editoriales en el campo de la fotografía, dando a conocer al público su potencial, como futuros foto libros; un espacio para autores y pequeñas editoriales, y presentaciones de proyectos fotográficos de autor.

Comida frugal y veloz……………………. ¡No olvidemos que venimos obsequiados con natas y oporto!

Autobús y al MAAT, Museu de Arte, Arquitetura e Tecnologia, a disfrutar de la exposición de William Klein titulada “O Mundo Inteiro é um Palco”.  La exposición es hermosa y extensa, la retrospectiva más completa del célebre fotógrafo que he podido conocer hasta la fecha.

Cuarto acto – De Lisboa a Badajoz

El regreso es muy distinto a la ida; el día ha sido largo y bien aprovechado, pero la gente viene con ganas de hablar y trasladar a su compañero de asiento lo bien que ha resultado la experiencia.

El autobús avanza entre decenas de vehículos que intentan salir de una ciudad invadida de personas y coches; una ciudad hermosa que, con esta intensidad de visitas, puede comenzar a perder parte de esa hermosura que la han convertido en una de las capitales europeas más hermosas.

Despedida

Es de bien nacido ser agradecido; por ello, ahí van los agradecimientos que son más que merecidos: a Catalina Pulido y Lucía Castillo por la organización desde el MEIAC y a Laura Covarsí por ser nuestra conexión y traductora del buen hacer y maestría de Luis Pavão. ¡Gracias a todas ellas!

viernes, 22 de noviembre de 2024

José Carra y Gal Maestro en "Jazz en Montesinos"


La tarde ha estado gris y lluviosa, como presintiendo la llegada del invierno; de un invierno atmosférico.

Con esa premisa climatológica enlaza la segunda jornada de jazz con la que en noviembre nos ha obsequiado Fundación CB. A recordar, dentro de la programación del XXXVII Festival de Jazz de Badajoz, Shai Maestro (en un soberbio concierto a piano solo), al que se une el concierto de hoy: el dúo formado por José Carra y Gal Maestro (coincidencias de la vida, hermana de Shai).

Una constante del concierto ha sido la complicidad entre pianista y contrabajista; sus miradas, sonrisas y constante dialogo son la base de lo expresado sobre el escenario.

Clásica, jazz o la música popular desfilan por el universo musical del pianista y compositor malagueño José Carra; lo que hace de ese universo un espacio totalmente personal y reconocible.

También la formación clásica es seña de identidad de la contrabajista Gal Maestro. Nacida en Israel, con residencia en la localidad sevillana de Gines, es parte de varias formaciones israelíes o acompañante de distintas cantantes. Junto a su hermano Shai, también puede disfrutarse de su maestría al contrabajo.

Para la ocasión, temas originales de Carra, música clásica o músicas tradicionales, les ha permitido unir emociones y culturas musicales que tienen el denominador común del Mediterráneo.

Por cierto, en dos temas, por allí emergió la dulce y hermosa voz de Lola Santiago, una extremeña de Los Santos de Maimona, que recupera canciones desde una mirada contemporánea.