Hoy, en el día de su setenta cumpleaños y como homenaje a Dylan, recordaré algo de su concierto en Mérida un 10 de julio de 2008. Decía (o escribía), por ejemplo: “Y que me estoy haciendo mayor es evidente. También me explicaré. Hace treinta años, cuando cualquier músico se enfrentaba a una de sus himnos musicales, el público respondía con una mar de mecheros que iluminaban y acompañaban al músico. Esta noche, cuando Dylan cantaba el hermoso “Like A Rolling Stone”, un mar de pantallas de teléfonos y cámaras digitales rememoraban a aquellos nostálgicos mecheros de hace treinta años. ¡En fin!”
Por cierto, aquel día y en aquel concierto también actúo la banda de Albertucho, la cual dejo un gran sabor de bocas y oídos a los presentes (incluido al que esto escribe).
Pues eso Bob, que muchas felicidades.
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