¿Que no le gusta el Jazz?, preguntaba Manuel Pacheco en su POEMA EN FORMA DE SEÑORA (Poemas en forma de....., 1962). Nuestro poeta no entendía como si el Jazz tiene sudor, tiene arena de fiebre que le perfora los huesos, no le guste el Jazz. Sin embargo a él le entusiasma: Me gusta el Jazz, tengo los huesos llenos de trompetas, los pulsos llenos de tantanes, los oídos llenos de telas de arpas secas, las sienes llenas de violines húmedos y canciones con agujeros en el alma.
Y claro que le gustaba el Jazz. Para comprobarlo asómense a esos textos maravillosos titulados ODA A LOUIS ARMSTRONG y ODA A DUKE ELLINGTON (El libro de las odas, 1955); o piensen por un momento en el nacimiento del poeta, la década de los años 20, en la que irrumpía un nuevo arte, donde Duke Ellington iniciaba la construcción de un universo excepcional y las geniales improvisaciones de Louis Amrstrong señalaban por varias décadas el camino del Jazz.
Es la década de los años veinte, la gran época de los músicos de Nueva Orleans en Chicago, del blues clásico, del estilo Chicago y la del nacimiento de un fenómeno estilístico, Benny Golson.
Golson es un demoledor saxo tenor y arreglador, que después de haber estudiado el piano hasta los 14 años, convence a sus padres para que le compren un saxofón. El nuevo instrumento será su vehículo para expresar toda la técnica de la que esta dotado y toda la fuerza interior de sus composiciones. Ha tocado con Tadd Dameron, Clifford Brown, Gigi Gryce, Cecil Payne, Philly Joe Jones, Lionel Hampton, Johnny Hodges, Lee Morgan, Dizzy Gillespie, Wynton Kelly, George Russell, Max Roach, Art Blakey o Art Farmer. Como compositor a escrito para Miles Davis, Ella Fitzgerald, Dinah Washington, Art Blakey, Peggy Lee, Lou Rawles, Nancy Wilson, Sammy Davis Jr. o Diana Ross. Es como podemos observar un músico importante dentro del jazz moderno, en su doble faceta de instrumentista y compositor.
Este 13 de mayo de 1998, el López de Ayala se viste de gala para recibir al Benny Golson Trío, en el que además de su líder, están presentes dos excelentes y experimentados músicos: el sorprendente organista Joey DeFrancesco -tiene una grabación con Miles Davis titulada Amandla- y el rocoso batería Byron "Wookie" Landham.
La presencia en Badajoz de toda una institución en el mundo del jazz, debe encender la sangre de esos "locos maravillosos" que son los aficionados a la música de jazz, para continuar esa vieja historia de amor pendiente, repleta de infidelidades e incomprensiones entre el Jazz y la ciudad.
Me da la impresión que después de escuchar al Benny Golson Trío en el Teatro López de Ayala, evocando los poemas de Manuel Pacheco, no tendremos más remedio que asegurar lo que el poeta expresaba en su ODA A DUKE ELLINGTON: Y ahora tienes un bosque entre las manos y levantas las ramas de la aurora para que nunca muera tu sonoro crepúsculo.
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