viernes, 20 de marzo de 2020

20-03-2020 Primavera


Llegó la primavera, aunque solo sea a través de los cristales de nuestras ventanas.

Con la llegada de la primavera se produce toda una revolución emocional y biológica en la que la ciencia también tiene algo o mucho que decir. Hoy, por motivos obvios, la ciencia está ocupada en otros asuntos.

Joaquín Sabina, el incombustible Sabina, cantaba en el 2017 así a la primavera en su “Canción de primavera”:

Buenas noches, primavera
Bienvenida al mes de abril
Te esperaba en la escalera del redil

Nueve meses oxidada
En el fondo de un baúl
Si no estás enamorada
Vente al sur

Sobran lunes por la tarde
Faltan novios en los cines
Camarero, ponme un par de Dry Martínez

Conseguí llegar viejo verde
Mendigando amor
¿Qué esperabas de un pendejo como yo?

Buenas noches, primavera
Perfume del corazón
Blinda con tu enredadera mi canción
Vacúnate lo que duele
No te enceles con el mar
Si hasta tus párpados huelen a humedad

Líbrame del sueño eterno,
Da cuerda al despertador
Ponle cuernos al invierno, por favor

Buenas noches, primavera
Sin bandera ni carné
No me tumbes en la era
De internet

Otoñales van mis años
Por el río Guadalquivir
Maquillando el ceño huraño
De Madrid

Si se te olvidan las bragas
En mis últimos jardines
Te regalo una biznaga de jazmines

Ven a reavivar mi hoguera
Cenicienta de mis días
Buenas noches primavera
Novia mía.

Además, detrás de los cristales llueve y llueve; como una buena señal de que lo que estamos viviendo y sufriendo acabará muy pronto.

Ya veis: un día gris (en lo meteorológico), pero muy alegre (en lo emocional).

¡Seguro que será por la llegada de la primavera!

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