Sevilla es una ciudad que en verano busca la sombra; una ciudad de un intenso calor y, sobre todo, de un fascinante color. El agotador día puede dar paso a una maravillosa noche, una noche adornada por un relajante frescor y por un agradable olor a azahar.
Imaginen por un momento, una apacible noche que sustituye a un intenso día de calor, ¡un 11 de julio de 1985!; una noche en la que sentado sobre el regado albero del Solar de la Maestranza, él que esto escribe espera la salida al escenario de Miles Davis. ¡Joder, Miles Davis! Mi primer encuentro en persona con la leyenda.
Estamos en el “Cita en Sevilla”, un ciclo cultural que trae música y músicos que van desde Miles Davis a Teresa Berganza, pasando por Georges Moustaqui. Vengo, acompañado de un familiar, de la playa, directamente de Isla Cristina en Huelva, y me hospedo en casa de un amigo.
Los minutos anteriores al concierto pasan lentos, como si nunca llegara el momento esperado. Mi cabeza repasa la música del último disco de Miles: “You're Under Arrest”. Una época muy ecléctica y eléctrica, pero que tiene el sello de un músico innovador, inquieto y degustador de la belleza.
¿De verdad que no pueden imaginar el frescor salir del albero que nos acoge? Mientras redacto estas líneas lo noto bajo mis pies; parece que estoy allí.
¡Silencio, Miles está a punto de salir al escenario!
Suenan las primeras notas del “Time after time”: ¡me estremezco!
Miles siempre lleva ropa llamativa y se rodea de buenos músicos: hoy no iba a ser una excepción, Su concierto en Sevilla estuvo a la altura de los que hacía en aquellos días, lo que equivale a decir que fue un excelente concierto.
Un Miles que toca de espaldas al público, entiendo que no por falta de respeto, sino porque es su forma de enfrentarse al escenario. La electricidad que inculcó al jazz, fue una experiencia pionera, que elevó al género a otra dimensión musical. Era una época de actividad muy intensa, y con Miles las cosas eran bastante cambiantes e imprevisibles, lo que le llevaba a experimentar con sonoridades hasta entonces nada habituales en el mundo del jazz. En aquellos conciertos y antes de ellos se establecieron algunas de las bases de lo que iba a ser parte de la música del futuro, porque Miles supo unir elementos del free jazz con dosis de funk, rock o blues. El resultado fue inevitablemente explosivo, y abrió unos caminos insospechados del jazz progresivo, del rock eléctrico y del funk.
Era realmente como un dios, algo más allá de la dimensión humana. Comencé a escuchar su música de la mano del jazz progresivo y otras variantes. Desde entonces, he estado íntimamente ligado a su música. Ha sido, y es, uno de los creadores más determinantes de la historia de la música popular, entre otras muchas cosas, por su extremada influencia en variados géneros y no sólo el jazz.
Un concierto que está en la memoria de mis conciertos ilustres e inolvidables. Sevilla, el frescor de una noche junto al Guadalquivir, con aroma de azahar y ante un músico que fue capaz de reinventar el jazz en varias ocasiones, desde su protagonismo en la consumación del 'bebop' al lenguaje abierto y sin fronteras de la llamada 'fusión', pasando por el 'cool jazz'. Miles se movía al soplo creativo de experimentar y crecer.
Temas de “Decoy”, “Star People” o “You're Under Arrest” serán el corazón de un concierto por el que soñé antes de llegar a él y por el que sueño después de llegar a él.
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