sábado, 12 de febrero de 2022

De tintas y palos......


Suena “La leyenda del tiempo” aquella «herejía» del príncipe gitano….

El coso del MEIAC está a reventar; no cabe un alma más. Son las siete horas de la tarde; hora poco taurina. Todo parece indicar que hablamos de toros; no es así, aunque hablaremos también de ello.

Con este comienzo, abundando en lo taurino, diríamos que lo que estamos a punto de disfrutar lo podemos titular con un 'Tres toros tres'.

Pero vamos a ello, sin toros, pero con mucho arte, que es lo que corresponde a un personaje como Camarón de la Isla, nuestro protagonista.

Esos tres y tres son, por este orden: Camarón de la Isla, el Flamenco y el Cómic, interpretados por Julián Mesa, Raulowsky y Ricardo Pachón.

El cartel, como puede comprobarse, es de primera. La puesta en escena potencia y engrandece el cartel.

La banda sonora de todo lo acaecido es, por lo trasgresor de lo que nos cuentan, “La leyenda del tiempo”, esa inmensa grabación de Camarón que tuvo como productor a Ricardo Pachón; toda una revolución en el mundo del flamenco de aquel ya lejano 1979.

Recordaba Ricardo Pachón el fracaso de aquel lanzamiento: “se vendieron no más de cuatrocientas copias”; “después, con lo años, vino lo que vino”.

Pero volvamos al comienzo, al por qué de aquella concentración de personas ávidas de cómic y de Camarón. La respuesta es sencilla: se presenta “Camarón, dicen de mí” una obra de Carlos Reymán y Raulowsky. Una obra excelsa, elegante y sin par en torno a la figura del legendario Camarón de la Isla que ha contado con el guion del tristemente desaparecido Carlos Reymán y la ilustración de Raulowsky.

De eso, solamente de eso, se trataba lo que habíamos ido a ver y a escuchar. Pero aquello se desbordó y “la tinta del cómic y el palo del flamenco” hizo todo lo demás. Lo vivido fue un canto a Camarón de la Isla, a un Camarón trufado con Cómic y Flamenco.

Un Camarón a caballo, torero (¡ven ahora el guiño inicial!), tímido, humilde, en blanco y negro o en color, amigo de sus amigos, enemigo de la veneración, un revolucionario del flamenco, innovador e imborrable, capitán de sueños, ….

Y todo de la mano de Julián Mesa (incombustible editor y animador cultural sin par), Raulowsky (ilustrador de la obra e ilustrador de la vida) y Ricardo Pachón (productor discográfico y artífice de toda una revolución en el flamenco). Y, por supuesto, sobrevolando el coso del MEIAC, Carlos Reymán (un artesano de la palabra).

Suena el sitar y la voz de Camarón en la “Nana del caballo grande” y el público, en éxtasis, comienza a abandonar la sala….

Bluiscerales


Felipe Zapico Alonso, incansable instigador de múltiples proyectos que tienen en común ideas bien enraizadas y afiladas, ha tenido la gentileza de regalarme “Amoribundia, versos cardiacos (1980-2017)”; un libro disco que incluye poemas de Felipe Zapico y trece canciones interpretadas por Felipe Zapico, Marcos Cachaldora y Gonzalo Ordás, los Bluiscerales.

El disco, un puñado de temas llameantes que dejaban bien claro que el palpitar del blues es su territorio, se entrega con las guitarras a cuestas, descargando acordes y melodías a un festín de auténtica poesía nocturna, bohemia y crápula.

Guitarras libres, salvajes por momentos, que destilan blues junto a una voz que homenajea a borbotones el sonido Tom Waits. Blues, sobre todo, blues, pero sin olvidar otros estilos.

¡Magnifica y muy recomendable grabación!