lunes, 22 de agosto de 2016

Ha muerto Bobby Hutcherson

Desgraciadamente los calores del verano no solo nos hacen sufrir en lo físico, también en lo sentimental: ha muerto Bobby Hutcherson.

 
Bobby Hutcherson, si memoria y archivo no me fallan, estuvo por Extremadura en un par de ocasiones: octubre de 1984 y mayo de 1987; las dos haciendo dúo con el inmenso pianista Tete Montoliú.

La primera ocasión, 27 de octubre de 1984 en el López de Ayala de Badajoz, en lo se denominó “I Festival de Jazz de Extremadura”.

La segunda ocasión, mayo de 1987, con tres conciertos: uno  en Cáceres (14 de mayo) y dos Badajoz (15 y 16 mayo) con motivo del estreno de “Round Midnight”, la película dirigida por Bertrand Tavernier.


Tiempo habrá de comentar largamente la génesis, repercusión y lo que interpretaron estos dos monstruos de su instrumento: Bobby Hutcherson al vibrafono y Tete Montoliú al piano. Solamente dejo el comentario que de la mano de Enrique Molina Senra se recogía en el Diario HOY el 30 de octubre de 1984 con motivo del primer concierto reseñado: “Verdadero swing de Tete Montoliú (solo recojo algunos retazos). Mucho público. El músico invidente sabe estar, sabe tocar, sabe comunicarse con el público, posee verdadero swing, mezcla indefinible entre sentimiento y musicalidad. Autentica maquina de hacer ritmo. Estuvo comedido sin excesos ni alardes, sin concesiones fáciles; su simpatía y buen hacer arrancaron fuertes aplausos del público amantes del jazz. Naturalmente hemos presenciado actuaciones a cargo de grupos y solistas norteamericanos con genuino sabor jazzistico, pero, en líneas generales, no hay que dudar de la buena técnica y originalidad de Montoliú. Bobby Hutcherson interpretó con sutileza algunos solos de interés con el vibráfono”.

Fui testigo del esplendido concierto de Tete Montoliú y Bobby Hutcherson y para nada puedo estar de acuerdo con Molina Senra. Tete podía llenar él solo y habitar de música una gran sala como la del López de Ayala; pero también tenía la flexibilidad necesaria para convertirse en acompañante de otros músicos, esfumándose si hacía falta, quedando al margen como un excelente actor secundario, o enredándose en duelos de maestría con otros solistas. Y todo eso y más es lo que realizó junto a Bobby Hutcherson, en un mano a mano alucinante con el vibrafonista, y yo he tenido la fortuna de asistir a su encuentro, a su espectacular encuentro. En un concierto en el que tocan juntos dos músicos de verdad, compitiendo entre sí con una vehemencia de luchadores viejos, magistrales y exhaustos, y en el que el piano de Tete Montoliú añade un alma abrasada de blues.

 ¡Descanse en paz!

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