Un nuevo encuentro con Javier Alcántara; una nueva oportunidad para comprobar su excelente progresión y buen hacer, una nueva oportunidad que demuestra que sigue estudiando y aprendiendo cada día.
La ocasión se presentaba en la RUCAB de Fundación CB, un lugar dedicado a la cultura y a la expresión más sincera de cualquier persona que tenga algo que contar. Y Javier Alcántara tiene mucho que contarnos.
La ocasión se presentaba en la RUCAB de Fundación CB, un lugar dedicado a la cultura y a la expresión más sincera de cualquier persona que tenga algo que contar. Y Javier Alcántara tiene mucho que contarnos.
En esta ocasión se hacía acompañar por Joaquín de la Montaña (saxo tenor), João David Almeida (voz y percusión), André Ferreira (contrabajo) y André Mota (batería).
Javier Alcántara es un tipo que se enamoró del jazz escuchándolo en directo y recibiendo ese flechazo definitivo que nunca te abandonará. Un flechazo que vino de la mano de Antonio Hart, pero que bien podría haber llegado de la mano de Pat Metheny, un músico que ilumina de manera muy especial su forma de ver y entender la música.
Desde aquel lejano “Namouche”, grabado con su amigo Pablo Romero, donde resume gran parte de sus años de formación y donde comienza a vislumbrarse su carisma de líder, hasta “Resilence”, han pasado muchas cosas que han forjado y curtido a Javier Alcántara como uno de los músicos más destacados de su generación.
Y digo esto basándome en su dualidad de guitarrista y compositor. “Namouche” ya apuntaba con Fátima, Tron o The Search su deseo de contarnos sobre el pentagrama su visión de la música y de lo que le rodeaba; además de sentir que “el jazz es una música con unos valores que pueden ayudar a mejorar nuestro mundo, transformándonos en mejores personas”.
Pero necesitaba salir del cascarón, romper con todo lo anterior e impregnar su música con su impronta; necesitaba contarnos sus amores y devociones. Y llegó “Short Stories”.
Y llegó un disco con luz y color propios, que nos relata una historia apasionante sin más pretensión que contar y acercar a través de la música sus diferentes vivencias personales. Escuchen y déjense invadir por Claro, Duende de luz, Brigadeiro, Lisboa,…. y comprobaran eso que les digo: que sus vivencias personales las lleva a la su música, convirtiéndola en música bella y sincera. ¡Escuchen, escuchen, Nina Candela!
Javier Alcántara es un tipo que se enamoró del jazz escuchándolo en directo y recibiendo ese flechazo definitivo que nunca te abandonará. Un flechazo que vino de la mano de Antonio Hart, pero que bien podría haber llegado de la mano de Pat Metheny, un músico que ilumina de manera muy especial su forma de ver y entender la música.
Desde aquel lejano “Namouche”, grabado con su amigo Pablo Romero, donde resume gran parte de sus años de formación y donde comienza a vislumbrarse su carisma de líder, hasta “Resilence”, han pasado muchas cosas que han forjado y curtido a Javier Alcántara como uno de los músicos más destacados de su generación.
Y digo esto basándome en su dualidad de guitarrista y compositor. “Namouche” ya apuntaba con Fátima, Tron o The Search su deseo de contarnos sobre el pentagrama su visión de la música y de lo que le rodeaba; además de sentir que “el jazz es una música con unos valores que pueden ayudar a mejorar nuestro mundo, transformándonos en mejores personas”.
Pero necesitaba salir del cascarón, romper con todo lo anterior e impregnar su música con su impronta; necesitaba contarnos sus amores y devociones. Y llegó “Short Stories”.
Y llegó un disco con luz y color propios, que nos relata una historia apasionante sin más pretensión que contar y acercar a través de la música sus diferentes vivencias personales. Escuchen y déjense invadir por Claro, Duende de luz, Brigadeiro, Lisboa,…. y comprobaran eso que les digo: que sus vivencias personales las lleva a la su música, convirtiéndola en música bella y sincera. ¡Escuchen, escuchen, Nina Candela!
Y Short Stories caminó, creció, se enriqueció y parió “Resilience”, un paso más en su evolución musical; un paso más para profundizar en su particular imaginario musical: Pat Metheny.
Caminando, viajando e impregnándose de lugares y personas, personas y lugares, llegó a la RUCAB y nos cautivó con una mezcla de sus discos “Short Stories” y Resilience”. Una mezcla que enriquece con su visión multicolor de la vida. ¡Enhorabuena, Javier!
Caminando, viajando e impregnándose de lugares y personas, personas y lugares, llegó a la RUCAB y nos cautivó con una mezcla de sus discos “Short Stories” y Resilience”. Una mezcla que enriquece con su visión multicolor de la vida. ¡Enhorabuena, Javier!
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