jueves, 15 de mayo de 2025

Horacio Fumero en "Jazz en Montesinos"

Tras el concierto andábamos discutiendo sobre la edad del maestro Horacio Fumero. Y digo yo que mayor lo es, pero que no lo aparenta. Concretamente nació en el año 1949: ¡echen ustedes mismos las cuentas! Es como si se hubiera bebido y metabolizado la insultante juventud de sus acompañantes de esta noche.

Otra vez ha estado Horacio Fumero en Badajoz: y van……. Y otra vez ha dado una lección de buena música y de dominio de toda la suerte escénica. En esta ocasión liderando un quinteto que viene homenajeando al Gato Barbieri.

Si, efectivamente, aquel saxofonista argentino que quedó fascinado al mundo del jazz en la década de los setenta del siglo pasado. Aquel saxofonista argentino que rompió esquemas al fusionar el jazz con el sonido de Latinoamérica. Aquel saxofonista argentino que se presentó en el Festival de Jazz de Montreux de 1973 llevando a Europa y desde Argentina la modernidad del jazz norteamericano.

Y en aquella presentación del Gato en Montreux se encontraba nuestro protagonista, Horacio Fumero. Lo cuenta y lo canta con la gracia innata que lleva dentro: “Era un joven, por entonces intérprete de charango, que recibe el encargo de Gato de presentarse en julio de 1973 en Montreux. Me embarco en un largo viaje de casi un mes, en las cabinas de los oficiales de un carguero yugoslavo, desde Buenos Aires con destino Barcelona y de allí hasta Suiza”.

Y de ahí, Montreux, a la eternidad. Freddie Hubbard, Johnny Griffin, Woody Shaw, Benny Golson o Tete Montoliu, por poner algunos ejemplos, serán sus compañeros de vida. Después Chano Domínguez, Ignasi Terraza, Jordi Rossy, Albert Bover, Manel Camp, Jordi Bonell o Raynald Colom, disfrutarán de su maestría.

Y aquí continua hoy el maestro Horacio Fumero (contrabajo y charango), junto a su hija Lucía Fumero (piano y voz), Anggie Obin (flauta), Guillermo Calliero (trompeta y bandoneón) y Juan R. Berbín (batería) regalando a quien les quiera escuchar todo lo bueno de aquella fusión que el Gato nos descubrió allá por setenta del siglo pasado.

¡Gracias, maestro! ¡Te esperamos nuevamente por Badajoz!