Ángel Gómez Aparicio, al hilo de un concierto de Benjamin Herman, escribía: “En el escenario, Benjamin Herman sisea, exhorta a su banda, grita. Muchas fotos le muestran así. El suyo es un grito de puro e irreprimible deleite. El altoista holandés se sabe su Parker al dedillo, despliega un fraseo rapidísimo y un swing aniquilador…”.
En este disco que dejo como recomendación, Cafe Solo, se le escucha en trío y con un sonido y repertorio magníficos.
¡A disfrutarlo!
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