A mis manos (mejor, a mis oídos) han llegado las mezclas casi terminadas (a falta del master) de lo que será el tercer disco en solitario de Javier Alcántara. Lo titula “Ikigai” y lo realiza a los mandos de su formación Javier Alcántara Short Stories Band. Una formación que la componen: Javier Alcántara (guitarras acústica y eléctrica), João David Almeida (voz), Gonçalo Sousa (harmónica), Pablo Romero (piano), André Ferreira (contrabajo), André Mota (batería) y Pedro Cortejosa (saxo tenor).
Lo primero que diré es que Javier Alcántara, como buen badajocense, es un enamorado de Portugal y de los portugueses. No olvidemos que vive en La Raya (A Raia en portugués) y que es licenciado por la Universidad de Évora. Pero, sobre todo, que aprecia y ama lo que sus músicos pueden ofrecer. André Ferreira, André Mota, João David Almeida o Diogo Santos son buena prueba de ello.
Un segundo comentario lo dedico a una característica de su universo musical que está presente en las tres grabaciones realizadas hasta la fecha: Pat Metheny y el Pat Metheny Group. Short Stories (2014), Resilience (2016) e Ikigai (2019) así lo atestiguan. ¡No cabe duda que la sombra de tan excelso músico es alargada! Es más, estaría por asegurar que Metheny es la Ikigai (razón de ser) de Javier Alcántara.
Procede ahora elucubrar sobre el título de la grabación: “Ikigai”. La socorrida Wikipedia nos dice que “Ikigai es un concepto japonés que significa «la razón de vivir» o «la razón de ser». Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda en uno mismo, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda es considerada de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae satisfacción y sentido de la vida”. Y es evidente, o lo parece, que Javier Alcántara busca guiarnos a través de su razón de vivir o ser con esta hermosa suite. Procede aquí preguntar a nuestro protagonista sobre si con esta grabación ha alcanzado su ikigai.
Mission, es el primer tema de la grabación; también el planteamiento general de lo que escucharemos en los siguientes seis temas. Creo que encierra a la perfección el universo musical de Javier Alcántara, un lugar para contar historias que, en medio de opciones infinitas, ha escogido el jazz como su poética favorita para expresar de uno u otro modo el mundo en el que está.
Compassion, es una deliciosa balada a manos de una harmónica sublime, de un piano libre y de una guitarra creativa y sin límites.
Con Passion insiste Javier Alcántara que Metheny es su guía espiritual y su referente musical. ¿Su pasión?
En su segunda grabación, Resilience, Isabel Sánchez Fernández escribe: “La Resiliencia es esa capacidad que todos tenemos para adaptarnos a determinadas circunstancias y poder superar la adversidad, y de esa capacidad Javier sabe mucho”. Y aquí, en el tema Resilience, Javier Alcántara nos regala una forma de interpretar totalmente melódica, llegando a un punto en que su guitara puede ser silbada o cantada cual melodía. Esa característica le dota de una musicalidad y expresividad muy elevada que seguro conectará directamente con el público.
Love, es deliciosa; ese tema que nos gusta encontrarnos en cada disco que escuchamos y con el que poder lanzar nuestra imaginación a lo más alto y lejano de esta árida existencia en la que en algunas ocasiones nos empeñamos en vivir.
Con Communion estamos a punto, muy cerca, de llegar a nuestro ikigai. Y Javier así nos lo recuerda en un tema en el que la música se parece mucho a hablar; es como si se tratara de establecer una relación entre personas que se conducen de una manera natural y honesta hacía un lugar. Posiblemente al ikigai.
Epilogue es eso, un epilogo: la parte final de un discurso o de un camino que nos conduce a la razón de vivir; o mejor expresado, a la razón de vivir de Javier Alcántara: la música.
Narciso González (un almendralejense ilustre y de gran cultura jazzística), Pedro Cortejosa (el gran cultivador del jazz andaluz) o Perico Sambeat (la referencia actual del jazz patrio) han sido los saxofonistas que acompañaron a Javier Alcántara en pasadas grabaciones. En está, con gran acierto, repite Pedro Cortejosa.
Mencionar a un sabio y elegante escudero al piano. Me refiero a Pablo Romero, uno de los pianistas más importantes y singulares de Extremadura, que vuelve a recrear en la grabación alguna de las gemas que este exquisito músico tiene en su interior.
Y nada más: ¡corran en busca de la nueva grabación de Javier Alcántara!
Lo primero que diré es que Javier Alcántara, como buen badajocense, es un enamorado de Portugal y de los portugueses. No olvidemos que vive en La Raya (A Raia en portugués) y que es licenciado por la Universidad de Évora. Pero, sobre todo, que aprecia y ama lo que sus músicos pueden ofrecer. André Ferreira, André Mota, João David Almeida o Diogo Santos son buena prueba de ello.
Un segundo comentario lo dedico a una característica de su universo musical que está presente en las tres grabaciones realizadas hasta la fecha: Pat Metheny y el Pat Metheny Group. Short Stories (2014), Resilience (2016) e Ikigai (2019) así lo atestiguan. ¡No cabe duda que la sombra de tan excelso músico es alargada! Es más, estaría por asegurar que Metheny es la Ikigai (razón de ser) de Javier Alcántara.
Procede ahora elucubrar sobre el título de la grabación: “Ikigai”. La socorrida Wikipedia nos dice que “Ikigai es un concepto japonés que significa «la razón de vivir» o «la razón de ser». Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda en uno mismo, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda es considerada de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae satisfacción y sentido de la vida”. Y es evidente, o lo parece, que Javier Alcántara busca guiarnos a través de su razón de vivir o ser con esta hermosa suite. Procede aquí preguntar a nuestro protagonista sobre si con esta grabación ha alcanzado su ikigai.
Mission, es el primer tema de la grabación; también el planteamiento general de lo que escucharemos en los siguientes seis temas. Creo que encierra a la perfección el universo musical de Javier Alcántara, un lugar para contar historias que, en medio de opciones infinitas, ha escogido el jazz como su poética favorita para expresar de uno u otro modo el mundo en el que está.
Compassion, es una deliciosa balada a manos de una harmónica sublime, de un piano libre y de una guitarra creativa y sin límites.
Con Passion insiste Javier Alcántara que Metheny es su guía espiritual y su referente musical. ¿Su pasión?
En su segunda grabación, Resilience, Isabel Sánchez Fernández escribe: “La Resiliencia es esa capacidad que todos tenemos para adaptarnos a determinadas circunstancias y poder superar la adversidad, y de esa capacidad Javier sabe mucho”. Y aquí, en el tema Resilience, Javier Alcántara nos regala una forma de interpretar totalmente melódica, llegando a un punto en que su guitara puede ser silbada o cantada cual melodía. Esa característica le dota de una musicalidad y expresividad muy elevada que seguro conectará directamente con el público.
Love, es deliciosa; ese tema que nos gusta encontrarnos en cada disco que escuchamos y con el que poder lanzar nuestra imaginación a lo más alto y lejano de esta árida existencia en la que en algunas ocasiones nos empeñamos en vivir.
Con Communion estamos a punto, muy cerca, de llegar a nuestro ikigai. Y Javier así nos lo recuerda en un tema en el que la música se parece mucho a hablar; es como si se tratara de establecer una relación entre personas que se conducen de una manera natural y honesta hacía un lugar. Posiblemente al ikigai.
Epilogue es eso, un epilogo: la parte final de un discurso o de un camino que nos conduce a la razón de vivir; o mejor expresado, a la razón de vivir de Javier Alcántara: la música.
Narciso González (un almendralejense ilustre y de gran cultura jazzística), Pedro Cortejosa (el gran cultivador del jazz andaluz) o Perico Sambeat (la referencia actual del jazz patrio) han sido los saxofonistas que acompañaron a Javier Alcántara en pasadas grabaciones. En está, con gran acierto, repite Pedro Cortejosa.
Mencionar a un sabio y elegante escudero al piano. Me refiero a Pablo Romero, uno de los pianistas más importantes y singulares de Extremadura, que vuelve a recrear en la grabación alguna de las gemas que este exquisito músico tiene en su interior.
Y nada más: ¡corran en busca de la nueva grabación de Javier Alcántara!
No hay comentarios:
Publicar un comentario