sábado, 26 de noviembre de 2011

Observar

Me gusta observar, mirar. Es algo inherente al ser humano; al menos el mirar, no siempre el observar. Observar, al menos para mí, es una necesidad física y psíquica que estimula mi motivación, mis ganas de vivir.

Caminar, sin rumbo sin prisas, y poder ir observando todo lo que tu alrededor ocurre en ese lento caminar, es realmente un placer y una fuente de conocimiento. Me gusta observar siempre y en cualquier situación, esté en un sitio conocido o desconocido o con personas conocidas o desconocidas. Observar, utilizando la mente como cámara fotográfica.

Y volviendo a la idea de observar todo, me gustaría hacer una precisión: a pesar de esa necesidad física y psíquica de observar y mirar todo, la dispenso en lo referente a mi persona. Esta mañana, mientras me afeitaba y de manera totalmente extraordinaria, me fije detenidamente en el espejo y encontré a una persona avejentada; y la verdad es que me sorprendió la imagen. Bien es verdad que como no practico la auto observación, no había reparado en ese extremo. Debo, desde este momento, practicarlo con más asiduidad.

Cuando la necesidad de observar y la devoción por la fotografía se unen, ocurren cosas tan estimulantes como las dos últimas exposiciones fotográficas visitadas: “Observados: voyeurismo & vigilancia a través de la cámara desde 1870” e “Imágenes de Argelia. Pierre Bourdieu”, ambas en Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario