La fotografía que acompaña el texto podría parecer una fotografía cualquiera de un lugar cualquiera.
Y no es eso. Es una fotografía tomada en Milán en un ambiente libresco.
Que bonita la expresión “libresco”: perteneciente o relativo al libro.
Y de eso trata la fotografía; de como los libros inundan las calles. En este caso las calles de Milán y más concretamente de la Piazza Mercanti, un pintoresco lugar, de origen medieval, situado a escasa distancia del Duomo en el que se pueden contemplar curiosos edificios.
Además de ser una fotografía llena de libros, es el recuerdo de un maravilloso viaje familiar que hoy, desgraciadamente, sería muy complicado volver a realizar.
Y viene todo esto al hilo del día que hoy se celebra: el del libro con mayúsculas.
Es pues un día propicio para gritar a los cuatro vientos: “Todo está en los libros, además desde hace varios miles de años. Estos pequeños objetos, llenos de páginas numeradas y letras, no solo actúan como una memoria, sino que en muchos casos también tienen el poder de mejorar la calidad de vida de los lectores. El hábito de la lectura enriquece a toda persona que se adentra en sus aventuras, en sus investigaciones, en sus postulados y en sus letras y códigos”.
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