Con
la excusa de un concierto de Benny Golson en Badajoz, un trece de mayo de 1988,
escribía bajo el título “Pacheco, Golson y el Jazz”, lo siguiente:
¿Que
no le gusta el Jazz?, preguntaba Manuel Pacheco en
su POEMA EN FORMA DE SEÑORA (Poemas en forma de…, 1962). Nuestro poeta no
entendía cómo si el Jazz tiene sudor, tiene arena de fiebre que le perfora los huesos,
no le guste el Jazz. Sin embargo, a él le entusiasma: Me gusta el Jazz, tengo los
huesos llenos de trompetas, los pulsos llenos de tantanes, los oídos llenos de
telas de arpas secas, las sienes llenas de violines húmedos y canciones con agujeros
en el alma.
Y
claro que le gustaba el Jazz. Para comprobarlo, asómense a esos textos
maravillosos titulados ODA A LOUIS ARMSTRONG y ODA A DUKE ELLINGTON (El libro
de las odas, 1955); o piensen por un momento en el nacimiento del poeta, la
década de los años 20, en la que irrumpía un nuevo arte, donde Duke Ellington
iniciaba la construcción de un universo excepcional y las geniales
improvisaciones de Louis Armstrong señalaban por varias décadas el camino del
Jazz.
Es
la década de los años veinte, la gran época de los músicos de Nueva Orleans en
Chicago, del blues clásico, del estilo Chicago y la del nacimiento de un
fenómeno estilístico, Benny Golson.
Golson
es un demoledor saxo tenor y arreglador, que después de haber estudiado el
piano hasta los 14 años, convence a sus padres para que le compren un saxofón.
El nuevo instrumento será su vehículo para expresar toda la técnica de la que está
dotado y toda la fuerza interior de sus composiciones. Ha tocado con Tadd
Dameron, Clifford Brown, Gigi Gryce, Cecil Payne, Philly Joe Jones, Lionel
Hampton, Johnny Hodges, Lee Morgan, Dizzy Gillespie, Wynton Kelly, George
Russell, Max Roach, Art Blakey o Art Farmer. Como compositor a escrito para
Miles Davis, Ella Fitzgerald, Dinah Washington, Art Blakey, Peggy Lee, Lou
Rawles, Nancy Wilson, Sammy Davis Jr. o Diana Ross. Es como podemos observar un
músico importante dentro del jazz moderno, en su doble faceta de instrumentista
y compositor.
Este
13 de mayo de 1998, el López de Ayala se viste de gala para recibir al Benny
Golson Trío, en el que además de su líder, están presentes dos excelentes y
experimentados músicos: el sorprendente organista Joey DeFrancesco -tiene una
grabación con Miles Davis titulada Amandla- y el rocoso batería Byron
"Wookie" Landham.
La
presencia en Badajoz de toda una institución en el mundo del jazz debe encender
la sangre de esos "locos maravillosos" que son los aficionados a la
música de jazz, para continuar esa vieja historia de amor pendiente, repleta de
infidelidades e incomprensiones entre el Jazz y la ciudad.
Me
da la impresión de que después de escuchar al Benny Golson Trío en el Teatro
López de Ayala, evocando los poemas de Manuel Pacheco, no tendremos más remedio
que asegurar lo que el poeta expresaba en su ODA A DUKE ELLINGTON: Y
ahora tienes un bosque entre las manos y levantas las ramas de la aurora para
que nunca muera tu sonoro crepúsculo.
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