Esta mañana al despertar me encontré desorientado, sin saber en qué lugar estaba y, sobre todo, en qué situación.
Poco a poco fui recobrando la conciencia y recordando todo lo que estábamos viviendo, surgiéndome en ese momento la duda de si todo era una extraña y diabólica película; una película en la que unos minutos después su director gritaba: “Corten”.
Es realmente cierto lo que cuento; imaginando solamente, por aquello del recurso literario, lo del director que aparece en el plano.
Es por ello, por aquello de tener la certeza de no vivir en una “mala película de serie B”, por lo que el día de hoy ha sido gris, excesivamente gris.
Y me da la impresión de que, para otras personas, sin películas de por medio, también el día ha comenzado gris tirando a negro.
Tendremos que sobrellevarlo, no cabe ninguna duda; pero esto comienza a tener tintes de tragedia. Y no lo digo ni por mi familia ni por mí; lo digo por lo que leemos y escuchamos en los medios de comunicación y en las redes. Comienzo por especular con aislarme de ellos; son, en ocasiones, una mala terapia para esta enfermedad que sufrimos llamada aislamiento.
Estoy pensando en acostarme o ¿en despertarme? Mañana será otro día; ¿también otra película? ¡Hasta mañana!
Poco a poco fui recobrando la conciencia y recordando todo lo que estábamos viviendo, surgiéndome en ese momento la duda de si todo era una extraña y diabólica película; una película en la que unos minutos después su director gritaba: “Corten”.
Es realmente cierto lo que cuento; imaginando solamente, por aquello del recurso literario, lo del director que aparece en el plano.
Es por ello, por aquello de tener la certeza de no vivir en una “mala película de serie B”, por lo que el día de hoy ha sido gris, excesivamente gris.
Y me da la impresión de que, para otras personas, sin películas de por medio, también el día ha comenzado gris tirando a negro.
Tendremos que sobrellevarlo, no cabe ninguna duda; pero esto comienza a tener tintes de tragedia. Y no lo digo ni por mi familia ni por mí; lo digo por lo que leemos y escuchamos en los medios de comunicación y en las redes. Comienzo por especular con aislarme de ellos; son, en ocasiones, una mala terapia para esta enfermedad que sufrimos llamada aislamiento.
Estoy pensando en acostarme o ¿en despertarme? Mañana será otro día; ¿también otra película? ¡Hasta mañana!
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